Publicado: 16 Jun 2025 | Actualizado: 03 Jul 2025

Guía comparativa sobre tipos de pantallas: OLED vs. NanoCell

En el dinámico mundo de la tecnología de pantallas, dos contendientes principales se han establecido en el mercado de televisores de alta gama, por un lado, la tecnología OLED (Organic Light-Emitting Diode), y, por el otro, NanoCell.

Ambas tecnologías prometen una experiencia visual inmersiva y de alta calidad, pero difieren fundamentalmente en su funcionamiento, lo que se traduce en ventajas y desventajas específicas para cada una.

Esta guía comparativa entre OLED y NanoCell busca desglosar las características técnicas de ambas, ofrecer una visión clara de sus rendimientos en escenarios de uso reales y guiar a los consumidores en la elección que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias.

Más allá de las especificaciones de marketing, es crucial entender cómo cada tecnología aborda desde la representación del color, el contraste y el brillo hasta la eficiencia energética para tomar una decisión informada.

Principios tecnológicos y diferencias fundamentales

La distinción más significativa entre OLED y NanoCell radica en la forma en que cada tecnología produce luz y color.

Las pantallas OLED

Esta tecnología es fundamentalmente autoemisiva, lo que significa que cada píxel individual es una fuente de luz independiente. Esto se logra mediante materiales orgánicos que emiten luz cuando se les aplica una corriente eléctrica. La capacidad de encender y apagar cada píxel de forma individual es la piedra angular del rendimiento superior de OLED en ciertas áreas.

Cuando un píxel está apagado, es completamente negro, lo que resulta en negros absolutos y un contraste infinito y esta capacidad de control a nivel de píxel elimina la necesidad de una retroiluminación separada, lo que permite que las pantallas OLED sean increíblemente delgadas y ofrezcan ángulos de visión excepcionales.

Sin embargo, la naturaleza orgánica de los materiales que utiliza puede hacerla más susceptibles a la retención de imagen o lo que se conoce como el quemado de pantalla en escenarios de uso prolongado con imágenes estáticas (los logos de programas, por ejemplo), aunque los fabricantes han implementado tecnologías de mitigación significativas para abordar esta preocupación.

La tecnología NanoCell

Desarrollada por LG, es una mejora sobre las pantallas LCD tradicionales con retroiluminación LED. En lugar de ser autoemisiva, NanoCell utiliza una capa de nanopartículas de un nanómetro de diámetro superpuesta al panel LCD. Estas nanopartículas tienen la función de filtrar y absorber longitudes de onda de luz no deseadas, particularmente las que interfieren con la pureza del color rojo y verde. Al eliminar estas longitudes de onda impuras, NanoCell logra una reproducción de color mucho más precisa y vibrante que los paneles LCD convencionales.

Si bien sigue dependiendo de una retroiluminación, las implementaciones más avanzadas utilizan atenuación local para controlar la luz en zonas más pequeñas del panel, mejorando el contraste en comparación con las pantallas LCD sin esta función. Aunque no pueden alcanzar los negros absolutos de OLED, las pantallas NanoCell han avanzado considerablemente en la minimización del halo de luz alrededor de objetos brillantes sobre fondos oscuros.

Rendimiento en imagen: Contraste, color y brillo

rendimiento y la calidad de imagen

Cuando se evalúa el rendimiento y la calidad de imagen, el contraste es un área donde OLED brilla con luz propia.

OLED

Como ya se mencionó, la capacidad que tiene cada píxel para encenderse y apagarse individualmente permite negros perfectos. Esto se traduce en una profundidad de imagen asombrosa, donde los detalles en las sombras son claramente visibles y los objetos brillantes se destacan de manera espectacular. Para contenido HDR (High Dynamic Range), esta capacidad es crucial, ya que permite que los televisores OLED muestren un rango dinámico excepcionalmente amplio.

En el ámbito del color, gracias a la misma tecnología, logra reproducir colores con una fidelidad y saturación impresionantes, logrando una representación muy natural y vibrante.

NanoCell

Gracias a su filtro de nanopartículas, también ofrecen una reproducción de color muy precisa y vívida, superando a la mayoría de los televisores LCD. Si bien no alcanzan la perfección del negro de OLED, las mejoras en la atenuación local han permitido que los televisores NanoCell logren niveles de contraste muy respetables, con negros que son significativamente más profundos que los de los paneles LCD tradicionales.

Sin embargo, en escenas con un alto contraste, es posible que se note un ligero gris en las áreas que deberían ser completamente negras, algo inexistente en OLED. Donde NanoCell a menudo tiene una ventaja es en el brillo máximo dado que utilizan una retroiluminación separada, y por eso, en general, pueden alcanzar niveles de brillo más altos que los OLED, lo que puede ser beneficioso en habitaciones muy iluminadas o para contenido HDR que exige un brillo intenso para resaltar detalles.

Este mayor brillo también puede ser un factor determinante para aquellos que ven televisión en entornos donde la luz ambiental no se puede controlar completamente.

Consideraciones adicionales y casos de uso

Más allá de las características fundamentales de la imagen, existen otras consideraciones importantes al elegir entre OLED y NanoCell, tales como los ángulos de visión. Ésta es un área donde OLED consistentemente supera a NanoCell debido a la naturaleza autoemisiva de sus píxeles, la calidad de la imagen en un televisor OLED se mantiene notablemente consistente incluso cuando se ve desde ángulos extremos.

Los colores y el contraste permanecen vibrantes y precisos, lo que es ideal para salas de estar donde varias personas pueden estar viendo la televisión desde diferentes posiciones. En contraste, aunque NanoCell ha mejorado significativamente los ángulos de visión en comparación con los LCD tradicionales, puede haber una ligera degradación en el color y el contraste cuando se ve desde ángulos muy amplios.

Por otro lado, la retención de imagen es una preocupación histórica asociada con la tecnología OLED. Si bien los fabricantes han implementado varias características para mitigar este riesgo, como el desplazamiento de píxeles y los logotipos de atenuación, es una consideración para aquellos que planean usar su televisor para ver contenido con elementos estáticos durante períodos muy prolongados, como canales de noticias con barras de desplazamiento o videojuegos con HUDs persistentes. Los paneles NanoCell, al ser LCD, no son susceptibles a este problema.

En cuanto al costo, los televisores OLED tienden a ser más caros que los NanoCell de tamaño comparable, especialmente en los tamaños de pantalla más grandes. Sin embargo, la brecha de precios se ha ido reduciendo gradualmente a medida que la tecnología OLED madura.

En última instancia, la elección entre OLED y NanoCell dependerá de las prioridades individuales del consumidor.

Si la perfección del negro, el contraste infinito y los ángulos de visión impecables son la máxima prioridad, y el presupuesto lo permite, OLED es la opción superior. Si se busca un rendimiento de color excelente, altos niveles de brillo, y se quiere evitar la preocupación por la retención de imagen, a un precio generalmente más accesible, un televisor NanoCell de alta gama puede ser una alternativa muy atractiva y satisfactoria.

Ambos ofrecen una experiencia visual sobresaliente, y la mejor elección solo aplica de forma personal basada en las necesidades, el entorno de visualización específicos y el presupuesto destinado.

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