Elegir correctamente la notebook puede ser un verdadero desafío, sobre todo si no sabés si optar por un procesador Intel o AMD. Estos fabricantes líderes del mercado continuamente desarrollan tecnologías avanzadas que mejoran la performance del equipo en distintos escenarios, abarcando desde el gaming hasta la productividad profesional.
Muchas personas ignoran la relevancia del procesador al comprar una computadora portátil, y terminan adquiriendo algo caro que puede no rendir lo suficiente con el uso planeado. Por eso, a continuación te daremos la información necesaria para que elijas entre una notebook AMD o Intel.
Procesadores y rendimiento
Los procesadores fabricados por Intel y AMD no paran de evolucionar. AMD comercializa la línea Ryzen, que destaca por una arquitectura optimizada nutrida de múltiples hilos y núcleos. Por este motivo, son los mejores a la hora de llevar a cabo multitarea y trabajar con programas que ameritan procesamiento intensivo, como la programación o edición de video.
Por el lado de los Intel, son, con diferencia, los más vendidos del mercado, protagonizando el funcionamiento de más del 80% de las computadoras tanto de escritorio como portátiles. Los Intel Core de 11ª a 14ª generación destacan en las tareas que dependen del rendimiento por núcleo, tales como la productividad ofimática y el gaming.
Gama alta
Los procesadores de gama alta están compuestos por los Intel Core i9 y Ryzen 9, y se caracterizan por su rendimiento en software profesional y videojuegos. Los Ryzen disponen de un desempeño equilibrado en tareas multihilo, mientras que los Intel se distinguen por su tecnología híbrida de núcleos de rendimiento y eficiencia, denominados P-Cores y E-Cores respectivamente.
Gráficos integrados y dedicados
Una notebook AMD de bajo precio trae gráficos integrados RDNA 2/3 o Radeon Vega, que en muchos casos demostraron ser bastante superiores a los Intel Iris Xe e incluso Arc Graphics. Por este motivo, las laptops económicas con chips Ryzen son una buena alternativa para quienes desean un funcionamiento decente al efectuar edición básica y descargar juegos livianos.
En cuanto a las placas de video dedicadas, los dos fabricantes permiten la inclusión de una gráfica AMD o NVIDIA en los equipos de gama media y alta. Las AMD consisten en una arquitectura APU que combina CPU y GPU en el mismo chip, como en los Radeon 680M y 780M. En contraste, las notebooks Intel con tarjeta gráfica NVIDIA pueden traer una de las series 1000, 2000, 3000, 4000 o 5000 en las más modernas.
Consumo energético y autonomía
Por el lado de la eficiencia en el consumo de energía, los procesadores AMD vienen gozando de importantes mejoras en las series Ryzen 6000, 7000 y 8000, porque están pensados para equilibrar consumo y funcionamiento. El proceso de fabricación de 6 y 4 nanómetros extiende la autonomía en dispositivos ultradelgados.
En el caso de las Intel, el consumo está optimizado en los chips con tecnología EVO, sobre todo en los ejemplares de doceava generación o superiores. En situaciones exigentes, Intel suele consumir un poco más de batería que AMD producto de su arquitectura híbrida.
Precios y relación costo-beneficio
En términos estrictamente económicos, las notebooks AMD siempre fueron las más accesibles, dando una muy buena performance a un precio inferior en contraste con las Intel. Los procesadores Ryzen 5 y 7 son populares dentro de la gama media, haciendo que el usuario use su laptop para prácticamente todo sin tener que gastar en un ejemplar premium.
En cambio, Intel suele ubicarse con precios un poco más elevados, sobre todo en los chips de alta gama como Core i7 e i9. Los modelos más exclusivos incorporan tecnologías como Thunderbolt.
Usos recomendados
El tipo de uso es sumamente amplio, y cada tipo de procesador puede dar un mejor resultado según los programas que deben ejecutar.
Gaming
Para el público gamer, nada es mejor que una laptop compuesta por un procesador Intel junto a una gráfica dedicada NVIDIA RTX serie 3000, 4000 o 5000. Los Ryzen de última generación poseen gráficos integrados RDNA 2 y 3, dando una buena experiencia en títulos ligeros.
Por el lado de Intel, sus chips de doceava generación y superiores potencian el gaming debido a la arquitectura híbrida, pues optimiza el rendimiento de los núcleos. AMD domina en el gaming liviano, mientras que Intel saca una importante diferencia en notebooks de alta gama nutridas de tecnologías como Ray Tracing y DLSS.
Trabajo y multitarea
En el ámbito productivo, las AMD con procesadores Ryzen 7 y 9 traen una amplia cantidad de núcleos e hilos en comparación con los ejemplares equivalentes de Intel, maximizando la gestión de la ejecución de varias apps y ventanas al mismo tiempo.
Las laptops Intel con tecnología de núcleos híbridos distribuyen las cargas entre los de alto rendimiento y los eficientes, mejorando el consumo de la energía sin sacrificar velocidad.
Los Intel de gama alta pueden incluir la tecnología Thunderbolt, que facilita la conexión de muchos periféricos para incrementar la usabilidad en ámbitos profesionales.
Edición y diseño
Por el lado de la edición de video, diseño gráfico y modelado 3D, ambos tipos de procesadores ofrecen variantes competitivas. Las AMD de gama alta son una buena opción en renderizado, dejando que el usuario lleve a cabo tareas de edición ligera sin que sea necesaria una GPU dedicada. La arquitectura mejora el aprovechamiento de programas de renderizado multihilo, como DaVinci Resolve y Blender.
Las Intel con placa de video dedicada son las más recomendadas a la hora de trabajar con Adobe Premiere Pro, Photoshop, After Effects y demás. Si bien son más costosas, su rendimiento es óptimo en todo tipo de tareas de diseño y edición.
Autonomía y movilidad
El salto que ha dado AMD en sus procesadores Ryzen 6000, 7000 y 8000 es notable, logrando que laptops ultradelgadas sean capaces de superar las 10 horas de uso en tareas sencillas. Los equipos con Intel de gama media y alta pueden tener la certificación Intel Evo, alcanzando duraciones similares a los AMD pero a un precio que puede ser bastante superior.