Publicado: 30 Jul 2025 | Actualizado: 15 Ago 2025

Xbox 360 Slim vs Super Slim: una comparación

En el universo de las consolas, la Xbox 360 ocupa un lugar especial por haber sido uno de los pilares de la séptima generación. Lanzada originalmente en 2005, Microsoft no solo apostó por una experiencia online revolucionaria para su época, sino que también fue perfeccionando el hardware a lo largo de los años con distintos rediseños. Dos de los modelos más emblemáticos de esta evolución son la Xbox 360 Slim (2010) y la Xbox 360 Super Slim (2013), ambos pensados para corregir errores del modelo original y extender la vida útil de la consola.

En este artículo, compararemos ambas versiones en profundidad para ayudarte a entender cuál es la mejor opción, ya sea como coleccionista, jugador ocasional o fan de los títulos clásicos de Xbox 360.

Diseño y construcción

La Xbox 360 Slim introdujo un cambio radical respecto al modelo original: un chasis más delgado, angulado y brillante, con detalles en negro piano. Su tamaño más compacto y sus líneas estilizadas la convirtieron en una consola visualmente moderna, que encajaba fácilmente en cualquier centro de entretenimiento. El botón de encendido táctil y la ventilación lateral completaban una apariencia cuidada.

La Super Slim, en cambio, apostó por la simplicidad y el ahorro de costos. Su carcasa es de plástico más liviano, con una tapa deslizante manual para el lector de discos en lugar del mecanismo automático presente en la Slim. Aunque es aún más liviana y compacta, su diseño ha sido criticado por sentirse más frágil y menos “premium”. Visualmente más sobria, con textura mate en algunos modelos, la Super Slim pierde elegancia, pero gana en practicidad.

En términos de ventilación, ambos modelos mejoraron mucho respecto al fat original, pero la Slim suele ser vista como la más equilibrada entre estética, materiales y funcionalidad.

Hardware y rendimiento

Tanto la Slim como la Super Slim comparten una arquitectura base similar, pero con pequeñas variaciones internas. La Xbox 360 Slim integró una placa Valhalla, que unificaba CPU y GPU en un solo chip, mejorando la eficiencia térmica y reduciendo el riesgo de las famosas “tres luces rojas”. Este rediseño fue crucial para mejorar la estabilidad a largo plazo y disminuir el ruido durante el uso.

La Super Slim mantuvo esta arquitectura, pero con componentes aún más miniaturizados y económicos, lo cual permitió su tamaño reducido. A nivel de rendimiento real en juegos, ambas consolas son prácticamente idénticas. No hay diferencias de FPS, tiempos de carga notables ni mejoras gráficas. Sin embargo, algunos usuarios reportan que la Super Slim puede ser ligeramente más ruidosa debido al lector de discos manual y al uso de materiales más livianos.

En resumen, en rendimiento ambas cumplen, pero la Slim se percibe como más sólida y confiable, especialmente en sesiones prolongadas.

Almacenamiento y conectividad

conectividad

La Xbox 360 Slim ofrecía modelos de 250 GB o 4 GB de almacenamiento interno. Los modelos de mayor capacidad incluían un disco duro extraíble, mientras que los de 4 GB permitían agregar uno más adelante. La conectividad incluía Wi-Fi integrado, cinco puertos USB, salida HDMI y AV, además de entrada para Kinect.

La Super Slim mantuvo esas opciones, pero optó por un disco duro más difícil de reemplazar, oculto bajo una tapa lateral. Si bien también tuvo versiones de 250 y 500 GB, los modelos económicos venían con solo 4 GB internos, lo cual se volvía insuficiente para instalaciones obligatorias en algunos juegos.

Ambas consolas cuentan con Wi-Fi integrado y conectividad muy similar, pero en la Slim el acceso a puertos y discos es más amigable. También hay quienes prefieren su lector de discos automático frente a la tapa manual de la Super Slim, que con el tiempo puede deteriorarse.

Experiencia de uso

En cuanto a experiencia diaria, ambas consolas ofrecen el mismo sistema operativo, interfaz de usuario y compatibilidad con los mismos juegos y aplicaciones. Sin embargo, la Xbox 360 Slim brinda una sensación de mayor robustez, con botones táctiles que responden bien y un lector de discos silencioso.

La Super Slim es más ruidosa y la tapa deslizante del lector puede resultar incómoda o propensa a fallos con el uso prolongado. En comunidades y foros, muchos usuarios coinciden en que la experiencia de uso con la Slim es más “fluida” y placentera.

Ambas soportan Kinect y accesorios originales, aunque en términos de durabilidad, la Slim tiende a ganar por su mejor calidad de construcción. La estabilidad térmica y menor ruido también inclinan la balanza a su favor si pensamos en largas sesiones de juego.

Relación calidad-precio y disponibilidad actual

Con el paso de los años, el precio de ambas consolas en el mercado de segunda mano se ha estabilizado, aunque suele haber una mayor demanda por la Xbox 360 Slim. Su durabilidad y diseño más atractivo la hacen más valorada por coleccionistas o quienes buscan una consola retro que aún se vea bien en 2025.

La Super Slim es más económica, sobre todo en modelos de 4 GB, pero puede requerir inversión adicional si se desea más almacenamiento. Para jugadores casuales que solo buscan revivir algún título clásico, puede ser una buena opción. Sin embargo, quienes prioricen estética, calidad y experiencia completa probablemente opten por la Slim.

Veredicto general

Ambas consolas cumplen con lo esencial: reproducen la misma biblioteca de juegos, comparten interfaz y accesorios, y corrigen los fallos graves del modelo original. Pero la Xbox 360 Slim ofrece una mejor combinación de diseño elegante, materiales de calidad, buen rendimiento y experiencia general de uso. Se siente más “premium”, es más silenciosa y su disco duro es más fácil de gestionar.

La Xbox 360 Super Slim, si bien funcional, sacrifica parte de esa experiencia para abaratar costos, y eso se nota. Es más frágil, más ruidosa y menos refinada.

Si estás buscando una Xbox 360 hoy en día y puedes elegir entre estas dos, la Slim es la versión más equilibrada y recomendable. Solo en caso de encontrar una Super Slim en excelente estado y a buen precio, o si el diseño compacto es una prioridad, podría ser una alternativa válida. En definitiva, ambas son testimonio del legado de una consola que marcó época.

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